“El amor es dar y recibir en una relación de equilibrio.” Alejandro Jodorowsky
El secreto de una relación sana radica en el amor bidireccional, donde el afecto fluye en ambas direcciones. El desgaste no recae únicamente en una persona, sino que ambos deben entregarse mutuamente un amor recíproco, manteniendo un equilibrio saludable sin descuidar el amor propio. Cuando te sacrificas completamente por la relación, olvidándote de ti mismo, surgen problemas. Es importante no perder de vista quién eres y mantener tu esencia.
¿Y qué decir de aquellas personas que actúan como si adoptaran a su pareja, asumiendo roles de padres o madres junto a sus hijos? Esta dinámica no solo genera codependencia, sino que también crea expectativas de retribución que rara vez se cumplen. Como resultado, la relación carece de dirección y el resentimiento hacia la pareja aumenta cada día más.
Para mantener una buena relación de pareja, es fundamental trabajar en uno mismo: conocerse a fondo, reconocer el propio valor y desarrollar habilidades y destrezas. Solo cuando te sientes seguro de ti mismo, puedes establecer una relación sana y equilibrada. Pero, si tienes inseguridades sobre quién eres o has sufrido daños en relaciones pasadas que te han llevado a vivir bajo la paranoia, sin confiar en nada ni en nadie, es probable que surjan serios problemas que afecten la relación.
Hoy decide amar y vivir en libertad. Esto significa dar amor, pero sin descuidar tu propio crecimiento y nutrir el amor propio y el de tu pareja. Así lograrás experimentar una relación más libre y podrás reinventarte en el amor. Toma conciencia de quién eres, evalúa si amas de la manera que deseas amar y si recibes el amor que tanto anhelas.